marzo 01, 2010

23,80€

Tengo tantas cosas que decir, tanto que contar... que no se por dónde empezar, no se si hacer un resumen de estos meses, si disculparme conmigo mismo por no escribir desde agosto del año pasado, no se si soltar todo de una vez o irlo dosificando, no se si debería tratar de encontrar una nueva manera de explicarme, tratar de reinventarme otra vez o, como creo que haré, simplemente ir contando poco a poco lo que me venga a la cabeza.

Ayer después de ir a cortarme el cabello en una peluquería que también se merece un post, muy cerca de casa, en la calle Borrell (se lo merece sobre todo por los dos que atienden, ya pondré fotos y toda la cosa), me sentía con los ánimos por las nubes no se muy bien por qué, cortarme el pelo es una de las pocas cosas que hago para verme mejor y quizás con esa inercia me planté en una frutería donde había mucha gente. De inmediato intuí que era algo más cara que otras que he visto, pero todo se veía bien y tenían papayas. Como Ànnia me lleva diciendo años que a ella comer fruta todos los días le da mucha energía y no se qué, pues me decidí a comer fruta todos los días de esta semana y hacer la prueba. No es que no me guste, pero aquí la fruta es cara y fea, no está tan buena como allá y tienes que andar con cuidado de que no te den cosas podridas o verdes. Así que me solté pidiendo todo lo que se me antojaba, pensando que era dinero que fácilmente pude haber gastado en el chino o en cualquier otro restaurante. Cuando casi tenía de todo lo que veía llegamos a la papaya. Es una de mis frutas favoritas, pero desde que vivo en Barcelona he tenido alguna experiencia desoladora, así que le pregunté a mi marchanta: "y si está buena?" Entonces la dueña, que no me atendía pero andaba por ahí controlando, me dijo como ofendida "claro que está buena, está buenísima". Le dije que le creía, pero que en este país las papayas son caras y feas, y le dije que era la verdad. Ella se sintió ofendidísima, como si hubiera cometido un sacrilegio, incluso su hijo se metió en la conversación, pero es que sinceramente por 3,75€ el kilo lo menos que podía hacer era preguntar. Decidí hacerle caso pues mi marchanta volvió a escena para resolver el nudo al decirme que si no estaba buena se la regresara mañana lunes.

Hoy desayunamos David, Rafa y yo papaya con limón en Ícaro, hacia las 11 de la mañana. La corté en cuadros grandes, más grandes que lo normal como unos 5mm para poder apreciar bien el sabor y la textura. Unas cuantas gotas del limón que también aparece en la foto. Estaba buenísima. Me acordé de la historia en la frutería y deseé que lo demás esté tan bueno. Compré unos 3kg de zanahorias para hacer jugo, media sandía, una penca de plátanos canarios, un kilo de manzanas, dos de naranjas y dos de mandarinas y un racimo de uvas. Total: 23,80, más de lo que me hubiera gastado yendo a comer en alguno de los menús que conozco, pero no me siento culpable. Hace un rato le contaba el asunto a mi madre y ella empezó: "pues yo compré chico zapote, piña, tres kilos de naranjas por 10 pesos..." y la tuve que parar. ¿Cuánta fruta se puede comprar en México por 450 pesos?

3 comentarios:

Unknown dijo...

pues aqui en Guadalajara, México puedo comprar lo Siguiente con esa cantdad podrian ser

70 kilos de platanos Ó
40 papayas Ó
100 kilos de zanahorias Ó
22 kilos de fresas Ó
15 kilos de zarzamoras Ó
DE PRIMERA CALIDAD

CLARO QUE COMO ESTAS CANTIDADES SON AL MAYOREO PODRIAS NEGOCIAR QUIZAS PODRIAS RECIBIR UN POCO MAS

Tonatiuh dijo...

jajajajaja! es increíble la diferencia. me dio mucha risa tu comentario, también me escribió una amiga mexicana que vive aquí dándome la razón...

La Chili dijo...

Más de la que yo podría cargar.
Qué gusto que escribes de nuevo, mantenlo, porfa.