mayo 29, 2008

Timi





Hoy anduve caminando un rato por el barrio de Gràcia antes de mi clase con Berta. Lo tengo poco explorado (como diría Ben) y me gusta un montón, está lleno de baresitos, cafés, galerías, escuelas de arte y talleres artesanales como sastrerías, carpinterías, mueblerías y zapaterías a medida, librerías de viejo, tiendas de regalos, florerías, panaderías, fruterías, etc.










Estaba super nervioso mientras caminaba, iba pensando en el proyecto de Timi, que sería un rato más tarde, a las 8,00 pm en la escuela. Bajé del metro Joanic y subí un poco por Escorial, di vuelta a la izquierda en la primera y después perdí la cuenta de las calles, me fui serpenteando hasta llegar a la calle de los Verdi, desde donde se tiene esta vista de la plaza de la Virreina.




A veces paso por aquí también cuando salgo de darle su clase a Berta, ya sea para ir al metro Fontanta o para sacar una bicicleta del Bicing.






Pero nunca había visto esta escultura y como hoy iba sensible, pues me gustó mucho más. Luego seguí a casa de Berta, estuvimos un poquito más de una hora en su clase, que no es por nada pero estuvo genial... lo que pasa es que tenemos muy buena conexión y a ella le encanta la flauta.


De ahí me fui hacia la escuela y pues como no tenía ganas de llegar muy temprano hice una escala en casa de Andrés, que me invitó un café con leche y me presentó a la mamá de su compañero de piso, Antonio, que está aquí en Barcelona de visita por una temporada. Es una señora maravillosa de 76 años, super jovial, que luego luego me empezó a contar de su vida, de las cosas en Venezuela y de sus nietos y bisnietos, me encantó! Siempre hago click con las viejitas, me roban el corazón, jajajaja.


Como viven super cerca de la escuela, me fui caminando y otra vez me puse nervioso, pensaba en todo el tiempo que llevo de conocer a Timi, en lo rápido que han pasado los cuatro años, en todo lo que hemos vivido juntos, las pláticas de horas en la terraza y la cafetería, etc, etc.

Y pues aquí la tienen, a mitad del concierto. Se veía muy tranquila, fuerte, relajada, controlando todos los detalles. Tocó maravillosamente, el programa era todo de música italiana del XVII con una disminución en medio del XVI, de Bovicelli. Se notaba el trabajo de grupo, la comunicación, pero sobre todo lo que más me gustó fueron las cosas características de Timi, sus gestos, su manera de agrupar, su articulación, sus frases tan elegantes y raras, exóticas, su musicalidad, su delicadeza... me encantó, los nervios se me quitaron en cuanto tocó las tres primeras notas y me dejé llevar, cuando tocaron Turini se me puso la piel de gallina de la emoción, casi todo era o triste o nostálgico o deprimente, muy de su estilo, pero realmente muy bien hecho.