septiembre 10, 2007

Barcelona tercer aniversari

el post de hoy era obligado dado que hace tres años llegaba al aeropuerto del prat un jovenzuelo con la maleta llena de ilusiones, abierto a la esperanza y la dicha, buscando la autosuperación en aquéllo que más lo apasiona en la vida, su música, su arte...

la madrugada del 12 de septiembre de 2004 llegué en un taxi (que me cobró 40€!) a la calle de espronceda no. 333, 3º 1ª, al piso donde vivía mi tocayo, que me consiguió esa habitación, y nuestro arrendatario raúl, un chileno de 50 y pocos años que se dedica al transporte. esa noche dormí en un cuartito pequeñísimo en un colchón que el propio raúl me dejó en el suelo, con la maleta en los pies y un burro de planchar en la cabeza, todavía sin poder asimilar todo lo que me estaba pasando, con las imágenes de mi familia y mis amigos revueltas en la cabeza, me veía como en una película, desde fuera.

a la mañana siguiente me fui caminando a la escuela con mi tocayo, tempranísimo, no me acuerdo a qué hora exactamente, pero muy muy temprano, hicimos como media hora a pie y me acuerdo muy bien que yo estaba cerca de mis límites... tuvimos clase juntos con paco rubio de improvisación del renacimiento, un profe del que hablé en su momento sobre todo por su manía de estudiar lo más lento posible con el metrónomo. yo llegaba una o dos semanas después de que empezaran las clases porque mi visado en méxico no salía, y eso también contribuyó a un malestar general, una sensación de no pertenencia, y claro, acababa de terminar la escuela en méxico y empezar otra vez era un poco chungo, no lo tenía muy claro.

en ese viaje traje una caja de cartón enorme con mi bicicleta, una turbo que compramos en salto del agua por poco más de 1500$, espectacular, aunque en realidad no era muy buena era increíble, el cuadro era azul marino, tenía dos amortiguadores gordísimos de color amarillo, el sillín era de piel de dos colores, tenía suspensión ajustable en la parte de atrás, en fin, yo era feliz en esa bici, y desde que la armé me duró dos semanas hasta que me la robaron del parking de bicicletas de mi escuela. y ese fue uno de los primeros golpes de este largo peregrinar que reseño hoy.

en estos tres años he tenido una gran concreción en mi vida, y no por ello quiero decir que haya mejorado, sino que poco a poco las circunstancias me han obligado a hacerlo. poco a poco me voy sintiendo más familiarizado con la gente, las costumbres, la comida y todos los pequeños detalles a los que me enfrento aquí. hay grandes temas que prevalecen en mi mente, como extrañar (familia, amigos, amores, comida, lugares); mejorar (en la música, en la manera como me comunico, y eso incluye mi rotundo rechazo a adoptar el acento, en mi independencia económica, organización, disciplina, etc.); etc, etc. sobre la manera de hablar he pensado mucho, y ahora lo que me pasa es que he dejado de preocuparme tanto y el resultado es que conservo mi exquisito y refinado acento defeño, enriquecido con algunas palabras y frases de aquí. he aprendido a utilizar los registros, que ya hacía, pero aquí es mucho más evidente.

la próxima semana empieza mi cuarto curso en la esmuc. mi cuarto curso con Pedro. con el cuarto año llega el momento de elegir tema para el proyecto final, también llega la posibilidad de tramitar un visado de residencia y trabajo, la posibilidad de trabajar en lo que yo quiera y cuanto yo quiera, la idea de quedarme aquí para siempre.

he tenido que cortar bastante el nexo con mi país, con mis amigos, pero eso no significa que no los quiera, que no los extrañe, fue algo necesario para concentrarme en donde estoy, al menos así lo pensé, aunque quizás sea una idiotez. y ahora... pues a planear las vacaciones de mi madre y mi hermana, quiero que sean maravillosas, que se lo pasen muy bien, que sean unas vacaciones equilibradas, con actividades y con descanso, a ver qué se nos ocurre.