marzo 31, 2006

baby, won´t you please come home...

No,

no hubiera sido capaz de postear con un título semejante,
es una canción de Billie Holiday que acabo de escuchar (por cierto, no me gustó).

Los dos primeros días de esta semana no gasté ni un euro: es algo que no me pasaba desde hace mucho. Vine a la escuela en bici (bienvenida primavera!), si, con un poco de miedo de que me la roben otra vez, pero valió la pena. Casi todo el camino es de bajada, primero tomo Joan XXIII, cruzo el río Besòs por un puente y de ahí me aviento toda la rambla Guipúzcoa, que tiene carril para bici y todo el pex. Llegando al barrio del Clot callejeo un poco hacia la izquierda, cruzo el centro comercial Glòries y ya, mi querida escuela. Ahora que hace calor es muy chido andar en bici y este trayecto me cuesta 30' en la bici, mientras que en metro hago como 45'.

Ayer estuve a punto de postear sobre la clase de Atsushi, usualmente es como una conferencia en petit comité donde se habla básicamente de contrapunto medieval. Esta vez el tema fue Petrum Marcello de Ciconia, y una cláusula Benedicamus Domino de Perotin. Estaba programado para hablarles de las maravillas que ahí hicimos, de cómo se pueden entender las cadencias (clausulae) del ars antiqua, sin embargo, por la tarde tuve una clase maravillosa que cambió todos mis planes. Quiero decir TODOS mis planes.

Si, mi clase de flauta con Pedro. Para empezar le dije que estoy muy preocupado pues siento que no tengo una base técnica sólida que me de seguridad. Que estoy conciente de que no soy ni seré el flautista prodigio/virtuoso que le falta al mundo, pero que quiero con todas mis fuerzas tocar decentemente, hacer bien lo que haga, no ir soslayando faltas e ir construyendo sobre esas mencionadas bases débiles. Que quiero empezar desde cero, revisar paso a paso mi manera de soplar, el funcionamiento de los dedos, la articulación, etc, etc. Él dijo que cree que no es necesario dejar todo lo que ya sabemos y empezar de cero para cambiar, para mejorar las bases. Y más aún, haciendo gala de su parte argentina, me dijo que no sabe hasta dónde me hace falta repasar las cosas técnicas o si más bien mis problemas de sonido se deben a causas de personalidad (como no querer sobresalir). Dijo que tocar fuerte no es un problema de ego sino de responsabilidad, de entender que mi papel (o el de cualquier flautista) es el de comunicar a todos en todo momento. ¿Me explico? No se trata de tener un papel protagónico porque tocas bien, sino que ése es el papel de la flauta, o de la voz, por poner un ejemplo.

Es algo que ya me había externado y que él atribuye a mi espíritu "democrático", pues por ejemplo cuando con el ensamble que organizé tocamos Que pena maior en el seminario, yo solo hacía comentarios, nunca sobresalí más de lo estrictamente necesario. Fue una versión cuidada, correcta, cuidadosa sobre todo de la afinación, respetuosa.

Bueno, después hicimos algunos ejercicios geniales, muy bestias, desafiantes, y terminamos hablando de muchos compositores del seicento que tengo que buscar para tocar. Les ahorro otros detalles.

Después de esa clase me sentía como golpeado, pero me tuve que ir a dar mis clases, ¡qué contraste! Hasta grabé a uno de mis alumnos, Marc, para enseñárselo a mis amigos. Es un martirio, neta. Nadie estudia, a veces ni traen la flauta o el libro. Pero la última hora me la paso muy bien: es un grupo de adultos con el que hacemos lenguaje musical.

Para cerrar con broche de oro fui a cenar y al cine con Santiago, un clavecinista argentino genial. Cenamos una pizza vegetal (nada celestial) y vimos Cuando la marea sube, de una mujer francesa que se apellida Moreau, muy famosa (su cara se ma hace muy conocida, no sólo por Amèlie). Ese barrio donde anduvimos, Gràcia, tiene un encanto muy expecial, mucha vida nocturna, sobre todo ahora a partir de esta época del año.

Nada más, puse nuevos links de sitios que he ido descubriendo y que me gustan. Gracias por venir y leerme. Abrazotes.

marzo 24, 2006

Seminario


Intro

Quería poner el retrato de Antonio Zaccara da Teramo que aparece en el Cx Squarcialupi pero no lo encontré ni lo pude digitalizar. En su lugar puse una foto mía que me acaban de dar, jejejeje! Me latió porque me muestra tal cual, sin más, con la diferencia de que en esa época era feliz, o eso creo ahora.

Zaccara

El caso de Zaccara es muy particular, hasta la semana pasada sabía nada sobre su vida. Fue un compositor muy conocido en Italia, al final de su vida trabajó en Roma como copista del papa y como compositor. Tenía mucho dinero, era organista, y... tenía 10 dedos en total, entre manos y pies. Por eso me interesaba que vieran su retrato del Squarcialupi, en el folio 175v: está parado de frente, vestido con una túnica muy roja, la cara levemente desviada a su derecha, un ojo más grande que el otro, el brazo izquierdo flexionado, sostenido con la ayuda de una cinta, y en el otro un libro, los pies chuecos. Tienen que verlo!

La semana pasada tuvimos nuestro seminario Las Vanguardias Italianas, dedicado esta vez al ars subtilior de los compositores italianos del grupo "latino", contenido en los manuscritos conocidos como Modena A, Oxford 229 y Lucca, principalmente.

Entre estos compositores se encuentra Zaccara, quien contribuyó escribiendo Sumite Karissimi, una pieza increíblemente compleja en cuanto al ritmo, tanto que aún en los años 1960s el musicólogo Willi Apel decía que era música teórica, especulativa, que se podría escuchar sólo a través de una computadora, en el futuro. Sumite tiene un tema a desarrollar: la cantidad de rubato escrito, o traynour como se llamaba en esa época. Va jugando con este factor muy gradualmente, llegando a cosas super difíciles en los lugares climáticos, a veces con valores rítmicos de 1/32.

En lugar de la foto de Zaccara, les pongo la de Landini, que está también en el Squarcia.


En esta imagen no se ve, pero es una pieza de él mismo que está adornada por un montón de instrumentos en los márgenes. Y bueno, él toca un organetto.

Ciconia

Otra de las piezas que tocamos fue Sus un fontayne, de uno de mis favoritos: Johannes Ciconia. Tuvimos una lectura sobre su vida: viajó desde Liege a Italia desde muy joven, adoptó el estilo italiano totalmente y esta pieza que les digo es la única que se conserva en el estilo del subtilior.

Sus es un virelay (ABBAA), pero no es normal. Ciconia cita tres ballades de Philippotto da Caserta, es decir, hizo copy-paste y puso texto y música de los primeros compases de las piezas de Philippotto. Es increíble, si algun día encuentro la manera de subir música se las pongo, en una versión propia, claro está.

Esta mañana tuve que hablar de esta rola en Análisis de la Música Antigua. Primero la tocamos Timi, Dani Buxeda y yo, y luego traté de señalar lo más importante al respecto. Es bien difícil hablar de esta música, cuando empiezan las consabidas preguntas de si se han de combinar voz e instrumentos, si el escucha entiende todo lo que está pasando en la música, si se deberían esconder las disonancias, etc, etc. Se generó una discusión harto interesante, que por lo menos, espero, sembró cierto interés en la gente que no sabía qué tranza.

Bartolomeo

Para Que pena maior de Bartolomeo da Bologna formamos un ensamblito más o menos grande: Magdalena, una soprano majísima de las Islas Canarias (tiene un acento maravilloso, muuuy sexi), que está en primero pero que canta bien chido; Dani Buxeda en el organetto; Joan Manuel en el arpa; Pavel (mexicano) en la viela; y un servidor, doblando la voz del cantus.

Nuestros ensayos fueron de lo más formador que he vivido pues mientras se dispone del tiempo de los demás se ha de aprovechar. No puedes estar divagando, debes conocer la pieza y tener una idea de cómo quieres que suene, cómo ensayarla y cómo resolver los problemas que se presenten. Fue muy emocionante, estoy seguro de que podemos sonar muy bien, claro, con muchas horas de trabajo. Aunque no tocaron para mi, les doy las gracias a todos.

Conclusión

Cada que viene un seminario revivo, literalmente, significa más o menos una semana de trabajos forzados, despertándose a las 7, llegando a la escuela antes de las 9, comer en friega para seguir ensayando, escuchar clases, lecturas en inglés, acabar el curso a las 19 para ensayar otra vez, conviviendo con gente de todo el mundo, como Renata (Brasil), Michele (Milán), Jostein (Noruega), Christine y Judith (Alemania), Marion y Marie (Francia), Sanne (Holanda), Anneleen, Marie y Pieter (Bélgica), y los de siempre, los más queridos, Timea (Hungría), Youichi y Atsushi (de dónde creen?), Pavel (ajúa!), Mireia y David (Catalunya), etc.

Para que todo fuera perfecto nomás me gustaría que ya saben quien estuviera aquí, a mi ladito, haciéndome piojo ahorita que tengo la tos que caracteriza a mi familia materna. Les debo un montón de cosas, las fotos, algunos textos, noticias sobre la escuela, chismes y demás. Mientras un abrazote desde la ESMuC.

marzo 15, 2006

En ce gracieux tamps...

Escribo entre clase y clase, o sea con prisa!

Hoy tocaremos esta pieza, es un virelay de Jacob de Senleches (que está ligado a la corte de los Visconti también, y que tiene una pieza, L´harpe de melodie, posiblemente compuesta para Valentina Visconti, que tocaba ese instrumento) que habla de si mismo y se compara con los otros compositores de su época.

Es una rola muy rítmica, se acuerdan de todo lo que les expliqué de los ensayos con Judith y Atsushi? Pues es esa misma, pero cambió radicalmente después de que Pedro nos la escuchó. Al principio combina prolatio maior y minor, es decir, 3:2. La tocaremos en el concierto de hoy a las 8.00, más o menos dentro de tres horas más; es un concierto en memoria de una maestra de aquí de la escuela que murió el año pasado, Sophie Watillon. Tocarán sobre todo los profesores y sus alumnos. Nuestra participación es muy breve: David hace un Landini en el clavito que se enlaza con una pequeña improvisación de Atsushi y termina con el virelay. En total no son ni 10 minutos.

Hoy por la mañana tuve clase de cámara con mi ensamble, con el que estamos tocando Que pena maior, de Bartholomeo da Bologna. Estuvo genial! Revisamos las fictas, comparamos el texo con el facsímil, etc, etc.

Me tengo que ir, escríbanme (que no sean anónimos sispli).

marzo 05, 2006

Giangaleazzo / sedes rítmicas


Uff... este post me está costando un montón, ya es como el cuarto borrador, ni modo, esta es la definitiva.

(No es candidato a la presidencia de la república... )


Cada vez estoy más convencido de que para tocar hace falta usar la imaginación.

Me acuerdo de que Norma me preguntó una vez si pensaba que para ser buen músico hace falta ser inteligente, y no supe que contestar. Ahora creo que si, pero afortunadamente para mi hay muchos tipos de inteligencia, verdad?

Ahora que Judith y yo hemos estado tocando con Atsushi nos pide usar la imaginación de una manera muy concreta, y yo nunca había tocado de esta manera. A esto me refiero con usar la imaginación. No a que mientras toques vayas pensando en cualquier imagen que venga un poco por azar y en cualquier momento.

Siempre he tocado pensando en cosas muy concretas: si una nota debe estar un poco más baja o alta, en la presión del aire, en la articulación, en escuchar y estar junto con los demás.

Hoy tuvimos ensayo. Nos pidió que toquemos de memoria. Es una pieza de Jacob de Senleches que no es tan difícil, pero de todos modos memorizar ars subtilior se me hace super raro.

En uno de estos ensayos, para que un brinco muy grande que tengo no sonara como a chillido, me pidió que imaginara la nota aguda desde un compás antes. En otro lugar debo pensar (porque él es el director de este pequeño ensamble) y visualizar una hoja cayendo sin trayectoria definida, para poder tocar una escala descendente que además acelera un poco. Me pide pensar en cosas muy específicas en momentos determinados.

La cuestión es discutible, creo que está en el límite de lo que puedo considerar personal, pero funciona bien si se quiere unificar criterios de interpretación, además todos vamos más juntos sin proponérnoslo.

(Ya saben quién es el de la foto? )


La próxima semana empieza nuestro seminario "Vanguardias Italianas del fin de la Edad Media" y en esta ocasión trabajaremos, entre otros compositores, sobre una pieza en especial de Ciconia: Sus un´fontayne.

Es una pieza que se puede clasificar como parte del ars subtilior, donde se citan tres canciones de otro compositor, Philipotto da Caserta: En remirant vo douce pourtraiture, En atendant souffrir y De ma dolour. Aún no queda claro qué se propuso Ciconia con estas citas, pues esas piezas son a su vez citas y alusiones a otras piezas. Parece ser que Philipotto era un maestro en el arte de la citación(?), tanto de texto como de música.

Estoy muy emocionado porque estamos tocando precisamente esta rola. Es un ensamble bien chido con Magdalena (soprano), Pavel en la viela, Dani Buxeda que toca el organeto, Joan Manuel en el arpa gótica, Michele el laúd medieval (lo toca con plumas de ave!!!) y yo. Es genial para mi, hoy por ejemplo dedicamos casi por completo las dos primeras horas del ensayo a tratar de igualar la afinación. Estamos empezando a usar el temperamento pitagórico, es decir, el sistema de afinación que va de acuerdo con esta música.

Después llegó Magdalena, pero de todos modos no pasamos de ir descifrando el ritmo de la pieza y tratando de estar juntos y diseñar algunos primeros rasgos de articulación.

Y por eso quise poner la foto de Giangaleazzo Visconti al principio de este post. Por muchas razones: porque acabo de estar en Pavia, porque Ciconia y Petrarca están relacionados con su corte, y porque tiene cara de mafioso!

Tengo que escribir un montón de cosas más pero como siempre, me tengo que ir. Queda pendiente mencionar una carta de Josep Cabré sobre un comentario mío sobre el concilio de Trento.

Vayan al blog de mi madre, es bien divertido, parece que la estoy escuchando hablar aquí! A ver si puedo poner la liga, sino, vayan a esta dirección: http://unamujercomo-yo.blogspot.com

Fins aviat!