Ahora no puedo dejar de pensar en que no esté 'vacío' lo que escribo. Bueno, pues voy al grano. Se nos ocurrió hacer un concierto de fin de año, aprovechando que vamos a Córdoba y que ya tenemos un programa más o menos ordenado, el que hicimos en septiembre en el castillo de Calafell. Sólo pusimos algunas piezas nuevas para poder incluir a Magdalena y a Joan Manel. Es decir, además de los que ya estábamos, Olga, Dani, Galina y yo (Michele no puede venir) vienen ellos (voz y harpa medieval). Las piezas que aumentamos son emblemáticas para el harpa, pues las compuso Jacob de Senleches, de quien se sabe que trabajó en la corte de Aragón durante el siglo XIV, y que tocaba el harpa. En Fuion de ci él habla con su harpa y le dice 'huyamos de aquí', pues se cree que la compuso cuando perdió su protección con la muerte de la reina Eleonor. Eh, si, todo el programa es del siglo XIV, muchas cosas del tan nombrado aquí ars subtilior.
De las ramblas sale una calle hacia el Raval, justo en la esquina del Liceu. No me acuerdo si desde ahí se llama Hospital o Sant Pau, pero siguiéndola derechito, cruzas todo el barrio, está lleno de restaurantes árabes, marroquíes, paquistaníes y de otros, pasas por la calle Robadors, donde los martes venden las bicicletas robadas, llegas a donde empieza la rambla del Raval, está Can Ricart (mi gimnasio, al que no voy desde hace un buen) y unos metros más adelante aparece una iglesita románica que es de las más antiguas de la ciudad: la iglesia de Sant Pau del Camp. La cosa es que tanto Dani como yo teníamos muchas ganas de tocar ahí desde hace mucho tiempo, pero es una iglesia muy reservada, no hay mas que dos misas a la semana, el sábado en la noche y el domingo a medio día, siempre está cerrada, sólo se puede visitar el claustro, y en las horas de oficina, lunes y miércoles de 18 a 20, tanto él como yo trabajamos. Así que ha sido difícil concretarlo, pero este lunes, finalmente, Dani consiguió hablar con mossen Manel y ya tenemos confirmada la fecha del 17 de diciembre para hacer nuestro concierto.
Les puse todas estas fotos para que vean que chida está, además, muy cerquita, en la calle Carretes, donde por cierto, por pura casualidad vive otro mexicano que estudia piano, Alfredo, hay un restaurante, can David, donde hacen un lechazo al horno maravilloso, una taverna muy tradicional y medio cochina, de la que Zitaima dice que se come como perro.
Me faltan fotos del interior, que estar super bien porque está todo muy bien conservado, todo de piedra y el piso de mosaicos.
Lo mejor de todo es que vendrán mi madre y mi hermana, bueno, si quieren. En cuanto tenga la invitación la mando.